En estos tiempos el eurocentrismo en la ciencia y en el saber, tan intrínseco y presente desde temprana edad en la formación del académico y del investigador es un factor de obsolescencia casi oscurantista, es altamente castrante para el sujeto que lleva adelante la búsqueda del conocimiento y de respuestas universales.
Es así como a merced de dicha falencia, la ceguera retrasa a los que creen estar adelantados. De paso esta civilización que necesita rectificar paradigmas llega al descubrimiento cuando ya a la clepsidra le queda la nada igual que a la vida misma.
marzo 2014
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